Como cada mañana nos levantamos con energía y limpiamos toda la habitación para la visita de los duendes. Después fuimos a desayunar, alimentando bien el cuerpo y tras habernos cepillado bien los dientes pasamos a hacer las oraciones en la bonita devocional que nos prepara Shirín cada mañana. Ella nos dice unas preciosas palabras antes de comenzar, para tranquilizarnos y que se llene bien bien nuestro alma. A continuación Zhinuzh nos hace un resumen sobre lo que deberíamos o podríamos mejorar a lo largo del día.
Hoy además, de pronto apareció Watson, diciéndonos que Sherly se había vuelto loca y que él buscaría por su parte el báculo de la jueza que alguien había robado.
Después pasamos a nuestras clases: en la primera sesión continuamos estudiando sobre Bahá’u’lláh; y en la segunda sesión, tras el almuerzo, hablamos de la solución espiritual a los problemas económicos; y pudimos desarrollar nuestras ideas de manera muy interesante.
Después de comer, como cada día, corrimos a las habitaciones para ver los puntos que nos habían dado los duendes como recompensa por nuestra gran labor. Con estos puntos pudimos comprar helados o patatas, y disfrutar de nuestro premio bien merecido.
Tras un pequeño descanso pasamos a ver la película “Cómo entrenar a tu dragón”, donde pudimos encontrar muchas virtudes y aprendizajes que más tarde comentamos todos juntos.
Una vez acabada y comentada la película pasamos a tomar la merienda; y tras despejarnos un poco fuimos a nuestros respectivos y divertidísimos talleres (Manualidades, música, dramatización, papiroflexia…).
Después de la cena tuvimos otra noche de talentos, aunque algo distinta, ya que esta vez hicimos muchas más cosas todos juntos: cantamos, contamos chistes, bailamos… ¡Fue muy muy divertido!
Para nuestra sorpresa, aparecieron de nuevo Watson, León y el abogado defensor Noah; muy preocupados por el robo del báculo. De pronto Sherly entró corriendo con el báculo en la mano, y tristemente confesó que ella era quien había robado el báculo, pero con una intención buena, porque de ese modo la jueza no podría destruir el mundo.
La jueza Demiurgo apareció muy muy enfadada, diciendo que el robo y la mentira era lo peor del mundo y que no se podía aceptar, y se llevó a Sherly sin ninguna piedad.
Watson muy triste y llorando desconsoladamente, se fue acompañado de Noah.
Cuando ya solo quedaban Yanira (la hija de la jueza) y León en la sala, Yanira pidió perdón por sus malas intenciones, por haber contratado a Sherly y haber dejado mudo a León. Pero como no tiene el suficiente poder para deshacer el hechizo, se fue con la intención de crear un conjuro para volver al pasado e intentar cambiarlo todo; pero esto al principio no nos parece una buena idea a los niños, y a León tampoco, pero ella esta decidida.
Con toda esta emoción y después de cantar y bailar otro ratito, nos fuimos a dormir, habiendo hecho oraciones y por supuesto con un cuento de ‘Abdu’l-Bahá.