Hoy hemos empezado el día con las pilas bien recargadas para todo lo que nos esperaba. Como cada mañana, después de ordenar bien nuestro cuarto y desayunar, alimentamos también nuestro alma con unas preciosas oraciones, intentando buscar una mayor excelencia en nuestras devocionales día a día. Después de cantar la canción de la escuela, fuimos a nuestras respectivas clases, donde hablamos, en una de las sesiones, sobre Bahíyyih Khánum; y en la otra continuamos aprendiendo sobre la Revelación Progresiva, centrándonos hoy en Cristo y Mahoma.
Después de recargar nuestras energías con una deliciosa comida que nos habían preparado nuestros cocineros con tanto esmero, los niños canjeamos los puntos con los que nos premiaron los duendes, por helados o patatas.
A diferencia de otros años, los más mayores, los nacidos en el año 2004, tuvieron algo muy especial, una gran sorpresa ¡Fueron de excursión a la piscina! Ahí lo pasaron muy bien nadando y jugando, además de uniendo grandes lazos de amistad.
Por otro lado, los demás niños también pudieron divertirse realizando diferentes juegos de agua, refrescándose y contagiándose de esa alegría que irradiábamos todos ¡acabamos empapadísimos!
Tras una buena ducha y una gran merienda, los niños acudieron a sus increíbles talleres. En ellos pudieron seguir ensayando un increíble baile en el taller de danza, con Nasim y Marco; construir un preciosísimo mural en el taller de manualidades con Gabi y Nara; aprender a expresarse mejor con el taller de emociones y teatro de Aintzane y Sina; y acabar el videoclip que estaban preparando en el taller con Rubén. ¡Qué bien lo pasamos!
A continuación, tuvimos un programa muy interesante donde pudimos bailar y aprender nuevas y divertidísimas canciones. Además nos sorprendió la visita de la familia X, con la que pudimos ver como la madre, Titania, presionada por los niños decidió también que lo mejor era volver al futuro. Su hija Aurea se sintió traicionada y triste; y enfadada decidió que trabajaría sola.
Ya agotadísimos, poco a poco nos fuimos yendo a nuestras habitaciones. Nos duchamos y nos preparamos para dormir, después de unas preciosas oraciones, y un cuento inspirador sobre ‘Abdu’l-Bahá. ¡Estamos ansiosos por ver lo que nos espera mañana!